Actualizando el transporte
Por: Ricardo Meza Godoy / @ricardomezag.bsky.social
Quizá paso mucho tiempo en YouTube reproduciendo videos de viajeros que llegan y salen de aeropuertos, estaciones de trenes, subiéndose a taxis que circulan sin conductor, o recorriendo ciclovías que interconectan ciudades enteras.
Apenas hace un par de semanas miraba un recorrido por las estaciones del Metro en Shenzhen, China en el canal Living in China. Realmente sorprendente.
A veces también pongo (como fondo mientras hago alguna actividad en casa) videos de personas caminando en algún lugar. Sitios radicalmente distintos, sobre todo en lo limpios y bien cuidados que están. Aquí un EJEMPLO.
Quizá espero más de lo que debería, cuando observo las obras financiadas por gobierno en la región donde vivo. Hay lugares agradables, claro que sí, pero siempre tengo la sensación de que pudieran ser mejor. En especial cuando es infraestructura enfocada a la movilidad.
Y aquí es donde no estoy seguro de si el problema que observo en mi estado se trata de un asunto de economía. Es decir, que la dinámica de esta región fronteriza con California, no nos da para más; o si se trata de mala administración de los recursos públicos.
No en pocas ocasiones hemos descubierto que el dinero de las obras públicas es desviado intencionalmente para otros fines, no muy loables, y esas obras que originalmente se nos mostraban muy bien pensadas, quedan en solo eso, bien pensadas, pero mal realizadas.
La remodelación de la estación de autobuses de mi ciudad, Ensenada, que de acuerdo a la empresa responsable de la obra lleva un 85% de avance; y el anuncio de la alcaldesa Claudia Agatón, de la compra de 30 autobuses eléctricos modelo "Taruk", son dos de las grandes inversiones para mejorar los servicios de autotransporte, privado y público en la ciudad.
Para darles un poco el contexto de la estación de autobuses de Ensenada, se estima que tenía cerca de 50 años sin ser remodelada. Prácticamente desde su construcción. Era, hasta antes del inicio de la remodelación hace unos meses, un lugar bastante descuidado, estaba sucio, poco amigable para las personas con discapacidad y maloliente.
Ahora ya se ve algo diferente:
El avance se nota, en especial comparado con la realidad en la que estaba, casi 50 años sin remodelar. Un sitio sin duda más digno. ¿Ultra moderno?, no. ¿De arquitectura vanguardista?, pues no tampoco. Pero ahí está, es lo que hay y además es inversión privada, cerca de 30 millones de pesos.
Ahora pasemos al transporte público, a los 30 autobuses eléctricos que anunció la alcaldesa está gestionando tras pláticas con la empresa fabricante Megaflux, y de los cuáles no tengo a la mano el monto exacto que invertirán. Bueno ¿pues suena bien de entrada verdad?, ¿pero en la práctica cómo será?. La situación del transporte público no es muy diferente si consideramos que han pasado décadas sin que se modernicen del todo. Pregunten a cualquier usuario y las condiciones en la década de los 90's no se ve muy distinta a la actual.
La distribución de las rutas, los tiempos de llegadas y salidas, las condiciones de las calles, la habilidad o inhabilidad al volante de los choferes, el trato, la seguridad, y el precio.
Por décadas se ha planteado reestructurar y mejorar las rutas de transporte público pero no se ha materializado. Y las condiciones deplorables en las que se encuentran las vialidades representarán un reto bastante dificil para el mantenimiento de los nuevos camiones eléctricos. Además de que las tarifas actuales siguen siendo para muchos algo elevadas: $16 pesos el traslado, comparados con los cerca de $7 pesos que cuestan en Ciudad de México.
A lo que voy es que se mejoran en aspectos superficiales, como algunos camiones nuevos, pero no en el fondo.
Les doy un ejemplo muy claro: si quiero conocer las rutas de transporte público de Ensenada, sus horarios o la ubicación de paraderos, no hay dónde consultarlo. No hay. No hay un solo sitio web en dónde saber cuántas rutas tenemos, por dónde pasan, o a qué hora. Vaya, lo básico necesario.
Es verdad que nuestra población es relativamente pequeña, para los estándares de las ciudades mexicanas, en especial del centro del país. Pero con un poco de ganas e ingenio se puede avanzar en algunos aspectos que hagan más amigable la experiencia en este "pueblo bicicletero".
Sería mala idea aceptar como normal o suficientes, obras o compras medianamente bien hechas. Y de esas hay muchísimas en Baja California. Hablaremos de ellas más adelante.
La iniciativa de los autobuses eléctricos es un paso necesario ante la transición de combustibles fósiles a energías renovables, pero solo es uno de muchos pasos pendientes.
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