Personas y Circunstancias

Advierte FETRAEX riesgos sociales y urbanos derivados de megaproyectos de ASIPONA

"Los impactos ambientales no deben ser una consideración secundaria": Valdés Romero

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Comunicado

Humberto Valdés Romero, presidente de la Federación de Transporte y Experiencias en Rutas Vinícolas de Baja California (FETRAEX), advirtió sobre los riesgos sociales y urbanos que podría generar el nuevo proyecto presentado ante el Comité de Cruceros si no se considera con seriedad el impacto vial y ecológico que implicará su operación.

Valdés Romero señaló que, aunque se trata de un detonante económico para la ciudad y para la entidad, se está replicando un patrón donde las obras se anuncian sin planificación integral, especialmente en materia de movilidad e infraestructura.

“El problema de movilidad en Baja California es de gran magnitud, y particularmente en Ensenada ya se han documentado deficiencias que comprometen la operación conjunta del turismo y la carga”, afirmó.

Agregó que la infraestructura vial debe atender primero los puntos de convergencia entre las distintas actividades económicas que se desarrollan en la zona, con estudios técnicos reales y actualizados.

También puntualizó que los impactos ambientales no deben ser una consideración secundaria. “Si no se actúa en consecuencia, el riesgo no es menor: podría detonarse una crisis mayor a cualquier beneficio económico esperado”, expresó.

Reconocemos la relevancia que estos proyectos representan para el desarrollo económico del puerto y del estado en su conjunto, dijo, inversiones de esta naturaleza abren oportunidades importantes para la atracción de turismo, la generación de empleos y el fortalecimiento de la cadena de valor. Sin embargo, es indispensable que vayan acompañadas de un análisis técnico integral que garantice su viabilidad a largo plazo.

El dirigente del sector transporte subrayó que los proyectos deben ser sostenibles y sustentables desde su origen, integrando inversión en infraestructura básica antes de operar a gran escala.

“De no hacerlo, lo que parece un motor de desarrollo terminará convertido en una bomba de tiempo que estallará en perjuicio de la ciudad”, finalizó.