Del click al crack / Editorial 29 de mayo de 2025
Por: Ricardo Meza Godoy / PyC
Algo pasó este mes de mayo en Baja California. La sociedad despertó y redescubrió su capacidad de generar cambios a través de la mera expresión de su sentir. Y lo hizo de la mejor manera y en el mejor lugar.
La chispa surgió del ingenio de un joven que tuvo la simple ocurrencia de crear un evento en redes sociales, y el combustible fue la revocación de dos visas. Las demás condiciones ya estaban en su punto.
El descontento popular, como una olla de presión, reventó ante la falta de resultados de las autoridades, encargadas de velar por el bienestar de todas y todos.
De nada sirvieron las miles de imágenes coloridas, las sonrisas y corazones, la realidad golpeó duro y aún mantiene sus efectos.
Las redes se inundaron de solidaridad con las madres de personas desaparecidas, con los adultos mayores y niños enfermos que reclaman medicamentos en hospitales,con las maestras y maestros de todos los planteles en el Estado, que trabajan sin pago, que no pueden jubilarse, que no les alcanza ni para renovar el papel sanitario o el jabón en los baños de las escuelas, porque dicen que no hay dinero.
No hay dinero para el jabón de una escuela, pero al mismo tiempo, todo el Estado fue testigo de cómo se invirtieron millones de pesos en el "Acarreo Fest" en Tijuana, para que solo durante unos cuantos minutos, se le rindiera pleitesía a la figura de la gobernadora.
Descaro total. Y el descontento creció.
Ahora, decenas de convocatorias en redes sociales hacen llamados a manifestarse de mil maneras.
La ciudadanía comienza a apropiarse ya no solo de las redes sociales, ahora de las calles y espacios públicos. Están manifestándose, bloqueando carreteras, bailando, haciendo carnes asadas y cevichito, alzando la voz, gritando, encendiendo su luz para iluminar ahí donde la autoridad ha decidido dejarles a oscuras.
Y esto no parece que vendrá a menos. Baja California ha despertado, ha pasado del click en la pantalla de una laptop, al crack de unos pies entumidos que apenas comienzan a moverse, a caminar de nuevo y salir.
Este domingo 1 de junio habrá un evento que cambiará el rumbo del país, desafortunadamente no pinta que sea para bien. Es una elección en extremo compleja y apresurada, cuyos efectos viviremos todos en el corto y mediano plazo.
Si la elección judicial es vista por un amplio sector de la población, como el final de la división de poderes de gobierno, sea cierto o no, ¿qué contrapeso quedará entonces libre?. El de la gente. El de la capacidad de decir hasta aquí, como es lo que parece comienza a ocurrir tras la manifestación del 17 de mayo en Mexicali.
Es un comienzo prometedor porque nadie puede estar en contra, o mejor dicho, nadie debería estar en contra de las expresiones genuinas de una sociedad, de la manifestación de sus ideas, de su sentir, de sus sufrimientos y necesidades, con opiniones diversas y de pequeños grupos, pero con la unión, armónica, de una carnita asada.
O dígame usted, ¿cuánta sinceridad cree que existió en el "Acarreo Fest"?; ¿cuánta sinceridad existe en decir que la elección judicial, sin duda, mejorará nuestro sistema de justicia al modificar en un solo movimiento de pluma, todos los cargos de jueces y magistrados?.