La Tormenta Perfecta / Editorial 2025 mayo 16
Son pocas las ocasiones en la vida política de una ciudad, o en este caso de todo un estado, mejor dicho, de todo un país, en las que se integran elementos suficientes de inconformidad, duda, silencio, soberbia, y lucha de poder, como para crear las condiciones ideales para una tormenta perfecta.
Me parece una manera sencilla de tratar de entender lo que ha pasado en la última semana con la aún misteriosa situación, que rodea la revocación de las visas por parte del gobierno de Estados Unidos, a la gobernadora Marina del Pilar Avila Olmeda y a su esposo Carlos Torres.
Al intentar evadir el asunto, como acostumbrados están de hacerlo y salirse con la suya en muchos otros temas espinosos, las máximas autoridades de nuestro país incluyendo la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, no han hecho más que abonar a una enorme serie de especulaciones de todo tipo.
Al intentar minimizar el tema solo aumentaron el descontento de la población. Porque la relación histórica, para bien o para mal según se vea, con nuestros vecinos del norte, no se puede esconder.
Porque ese vínculo es el que le da sustento a millones de familias en este país, pero parecen no entenderlo. Y si hablamos de estados fronterizos, quienes vivimos en el norte lo tenemos muy claro, estamos en una simbiosis con Estados Unidos.
La frase dicha por la gobernadora de Baja California de "no es necesario tener visa para gobernar", quedará en la memoria colectiva.
"nadie cuestiona eso, lo que queremos saber es porqué se la quitaron", fue una respuesta que se replicó cientos de veces.
La tormenta aún no termina para la gobernadora ni su esposo. Continúan acaparando titulares y portadas en medios informativos, todos buscando responder lo que ellos no han querido hacer, y que eventualmente ocurrirá.
El golpe político y mediático no solo afectó a la pareja gobernante en Baja California, ha mermado sus alianzas al interior de Morena. La presidenta no ha respaldado abiertamente a Marina del Pilar. No lo ha hecho, aunque tampoco ha podido dar respuestas claras y eso también le está afectando, pues mostrarse como líder desinformada, no le ayuda mucho.
Ahora solo queda esperar lo inevitable, el desenlace de este episiodio con Estados Unidos que si termina en un asunto menor, "administrativo", como dice la mandataria, ya fue completamente desastroso; y si no es menor, el desastre golpeará más arriba, como todo parece indicar.