Nube gris / Editorial No.13
Me ha resultado difícil elegir el tema para la editorial de hoy, pues no esperaba tener que hablar nuevamente de las protestas en Estados Unidos. Sin embargo, cubrir nuestros oídos, o cubrir nuestros ojos, no nos separa de una realidad que no está ocurriendo no solo al interior de la unión americana, sino que está teniendo repercusiones en casi todo el mundo.
Las marchas del pasado sábado 14 de junio, en las distintas ciudades estadounidenses tenían un objetivo muy claro, materializado en la figura presidencial del Donald Trump. Se trató de una manifestación en contra del autoritarismo, del fascismo, de las dictaduras, y para muchas de las personas asistentes de una manifestación en contra de los fundamentos democráticos bajo los que se rige su país, entre ellos el de recibir con brazos abiertos a toda persona migrante que desee trabajar y tener una vida mejor.
La onda expansiva del conflicto político interno de Estados Unidos y los anuncios realizados por el gobierno federal en materia económica, la política arancelaria de Trump, han sacudido al sector comercial e industrial de los países que tienen alguna relación de negocios con ellos, de ahí que ese impacto sea global.
México es uno de esos países. Si bien la economía mexicana es más dependiente de la estadounidense que la estadounidense de la mexicana, no puede negarse el hecho de que México es uno de los principales socios comerciales de Estados Unidos. Ambos tienen además un fuerte vínculo cultural y social, más entretejido que lo que muchos 'nacionalistas' piensan allá, y aquí.
Ese vínculo fue incluído en la inconformidad expresada por cientos de miles el pasado sábado en Estados Unidos bajo el slogan "No King!". Fue de hecho el detonante de la misma, pues ocurrió justo después de la intervención, no solicitada por el gobierno de California, de agentes de migración y de la guardia nacional estadounidense en una serie de redadas migratorias sin precedentes en la ciudad de Los Ángeles.
Ahí es donde se entiende la razón por la cual la bandera mexicana aparecía en las protestas de esa ciudad. Si bien las redadas de los agentes de ICE se anunciaban como operativos contra criminales, la realidad fue otra. Los objetivos cambiaron de criminales a clase trabajadora y a personas aleatorias se les exigen documentos en parques, estacionamientos, espacios públicos, y de no presentarlos son levantadas en el lugar sin mayor explicación, y llevadas a centros de detención sin informar a sus familias.
La mayor parte de esas personas "secuestradas", entre las que se incluyen niños, tienen vínculos con México.
Mientras las políticas migratorias de Trump se expanden por Estados Unidos, el tema económico comienza a tomar forma del lado mexicano.
Este fin de semana analistas y empresarios hicieron ver la situación que impera, por ejemplo, en Baja California. 22 mil empleos formales perdidos en el mes de mayo de 2025, comparado con 2024. Se trata, explican, del mayor recorte de trabajadores formales de los últimos 16 años en esa comparativa.
El alza de precios, particularmente en sectores sensibles como el de alimentos, dan señales de una recesión económica, que se suma a una polarización política que aumenta la incertidumbre. Esto es, que el hecho de que autoridades y funcionarios gubernamentales presten mayor atención a la dinámica político-partidista que a atender adecuadamente las funciones para las cuales se encuentran en ese puesto, no hace más que alimentar la incertidumbre entre los inversores e iniciativa privada.
A ello hay que agregar, que tanto Canadá, como Estados Unidos y México, tienen en puerta la renegociación de sus tratados comerciales, el T-MEC, con lo que se espera finalmente puedan definirse políticas comerciales claras, pero ante los problemas que se han visto en los últimos meses, entre Estados Unidos y México, la nube es gris.
fotografía de portada: Scott Hess / CC-BY-NC