Reflexión de la Arquidiócesis de Hermosillo ante la muerte violenta de una madre y sus 3 hijas
"debemos, no sólo señalar culpables [...] sino intensificar la reconstrucción del tejido social, reconociendo que aún no hemos hecho todo lo que podríamos hacer..."
Este martes la Arquidiócesis de Hermosillo publicó una reflexión respecto al hecho violento que conmocionó recientemente a todo el país, luego del asesinato de una madre y sus tres hijas menores cuyos cuerpos fueron localizados por un grupo de madres buscadoras, en una desolada carretera del estado de Sonora.
El documento firmado por Ruy Rendón Leal, Arzobispo de Hermosillo, y fechado el día de hoy 8 de julio de 2025, hace un llamado a la responsabilidad que tenemos como sociedad, de convertirnos en constructores de paz, por el bien no solo de nosotros mismos, sino de nuestras familias y entornos de convivencia.
La carta dice textualmente:
Asunto: Reflexión ante la muerte violenta de una madre de familia y de sus 3 hijas.
A TODO EL PUEBLO DE DIOS QUE PEREGRINA EN LA ARQUIDIÓCESIS DE HERMOSILLO.
¡Gracia, misericordia y paz!Muy apreciados hermanos y hermanas:
En estos días nos hemos enterado, por los medios de comunicación social, del lamentable acontecimiento de la muerte violenta de una madre de familia y de sus tres hijas, menores de edad, acaecido en el Poblado Miguel Alemán del municipio de Hermosillo, Son. Sin duda, esta dolorosa tragedia ha consternado no sólo a nuestra sociedad sonorense, sino también a la de todo el país, en razón de las peculiaridades de lo ocurrido y de las personas fallecidas.
Como hombres y mujeres de fe, estamos llamados a luchar por lograr una sociedad libre de todo género de violencia; para lo cual debemos, no sólo señalar culpables de la misma, sino intensificar la reconstrucción del tejido social, reconociendo que aún no hemos hecho todo lo que podríamos hacer en relación con la familia, con la mujer, con los menores de edad, con la educación, con la salud integral de las personas.
Como Iglesia en México, estamos llamados a fortalecer la construcción de la paz, empezando por nuestro propio corazón, por nosotros mismos, por nuestra familia, por nuestros entornos de convivencia diaria. Mucho podemos hacer si entendemos que la felicidad mayor no está en las cosas materiales que nos distraen de lo verdaderamente importante y trascendente, como son los valores humanos y cristianos: la amistad, la fraternidad, la paz, el perdón, la bondad, la caridad, entre otros.
Elevamos nuestra oración a Dios nuestro Señor, por estas hermanas nuestras que han sido privadas de la vida, por sus familiares y seres queridos, pero también por nosotros a fin de que, asumiendo nuestra responsabilidad, nos convirtamos en constructores de paz, en medio de una sociedad marcada por la inseguridad y la violencia.
Dado en la Sede del Arzobispado de Hermosillo, a los 08 días del mes de julio del Año del Señor 2025. Año Jubilar.
+ Ruy Rendón leal
Arzobispo de Hermosillo
